miércoles, 26 de septiembre de 2018

MI DODGE DART 1975 (III PARTE)


Mi Dodge Dart 1975
(III Parte)


            Lo primero que note es que no parecía estar tan mal como me habían contado, era de color vinotinto, las platinas traseras estaban completas al igual que las luces de freno, tenía 2 tubos de escape con sus colas cromadas, pero lo mejor de todo eran los cauchos 245-65-14 y los rines, los rines… los famosos rines de magnesio que ya les conté que trajo “La Perica” cuando llego a la casa hace ya bastantes años, tal y como me gustaban, hasta el día de hoy esos cauchos y esos rines siguen siendo lo que más me gusto de él.
            Era un Dodge Dart Sport 1978 que mi papa había cambiado por aquel Fiat Ritmo 1988 color gris. Sin saber muy bien como era el cuento, resulta que estaba estacionado desde hace varios años en un estacionamiento del sector “Las Mayas”, donde normalmente mi papa realizaba los arreglos de los carros que tuvo debido a que el lugar era frecuentado, por mecánicos y amigos de confianza que trabajaron con él, el asunto es que se había retrasado en los pagos del puesto y se debía cancelar la deuda o el carro seria remolcado a los estacionamientos de tránsito. Nunca se me hablo la existencia de ese Dart y pues mi sorpresa fue grande cuando me entere y también la premura fue grande para poder reunir el dinero de la deuda y pagar.

Dodge Dart Sport 1978

         La parte frontal se encontraba en mal estado, no tenía parrilla y los guardafangos, capot y frontal eran todos de diferentes colores (parecía que comenzaron a repararlo sin terminar), de ahí un gran amigo lo apodo “El Guacamayo”. La tapicería no estaba tan mal (no tenía alfombra), le habían adaptado sillas delanteras y traseras de Neon que no le quedaban mal, el motor un 318 ya algo desgastado pero que funcionaba muy bien, modulo original de Dodge y la caja en buen estado (solo un bote de aceite).
            Entonces comenzó mi viaje personal en esto de los carros, fue mi primer carro y todo lo que traería entre aventuras, amistades, buenos ratos y otros no tanto, son recuerdos y aprendizajes que aun hoy conservo y agradezco mucho. Se hicieron varios ajustes y mantenimiento en general para sacarlo de ahí y llevarlo a Los Teques, cambio de aceite, cambio de bobina captadora y demás cosas fueron necesarios para que funcionara, recuerdo como un amigo, mi papa y yo caminamos al menos un par de km para ir a reparar los cauchos delanteros una tarde soleada de domingo (siempre había una mano amiga dispuesta a ayudar) en eso estuvimos como un mes y bueno en general era el tema del momento.
            Llego el día mi hermana junto a dos amigos mi papa y yo fuimos en búsqueda del “Guacamayo”, ya en horas del mediodía salimos rumbo a Los Teques con mi hermana escoltándonos por la carretera vieja de La Mariposa, yo tenía en ese momento (2004) al menos unos 6 años de estar manejando pero mi papa entre la seguridad y emoción decidió manejar el. La mayor novedad del viaje fue que justo a la altura del cruce al sector Potrerito se encontraba una Alcabala móvil de la Policía de Miranda y justo unos metro antes la maleta del Dart se abrió sola (no tenía cerradura y no sabíamos que la vibración la abría), nos detuvimos y rápidamente me baje a cerrarla, pero ya nos habíamos hecho notar y los efectivos de la Policía no dudaron en detenernos. La revisión fue de rutina y al no encontrar novedad y me imagino, al ver la procesión de seguidores que nos acompañaban continuamos y llegamos a Los Teques sin contratiempos.
            De este carro no hay mucho que contar y de una vez adelanto que lo perdí en circunstancias no muy gratas, pero de igual forma hay unos buenos recuerdos. Se le hicieron arreglos en la parte eléctrica principalmente, luces, luces de cortesía, cruce, internas, se cambió un disco de freno junto con pastillas y rolineras, 2 terminales de dirección, crucetas, siempre había para hacer lo que no había era dinero.
            Una vez ya obtenida mi licencia y el “Guacamayo” en condiciones de salir a las calles, comenzaron poco a poco a realizarse “incursiones” a la carretera. Una de las más recordadas y primeras con distancias largas fue que para mediados del año 2004 me encontraba estudiando en el “IUT” km 8 carretera Panamericana, ese día tenia evaluación definitiva para una de las materias que cursaba, unos amigos y yo decidimos quedarnos estudiando en casa hasta horas de la madrugada, la idea era que con mucho esfuerzo nos levantáramos para ir al instituto a presentar la evaluación; como era de esperarse nos tomo lo tarde y no quedo más opción que sacar el Dart si queríamos llegar a tiempo, para ese momento el “Guacamayo” no tenía retrovisores ni laterales ni interno, pero bueno se supone que si éramos tres personas en el no sería mucho problema manejar así, adicionalmente ya se estaba presentando fuga de gases por el bajante derecho del múltiple del motor (nada grave aún).
            Y así nos ¡fuimos!, en el viaje de ida pues todo resulto bien, un poco difícil de controlar la dirección ya que teníamos adelante un caucho radial y otro convencional, el bajante poco a poco se fue aflojando cada vez sonaba más, se metía el humo y perdíamos potencia. Pero ¡llegamos!, y bueno a pesar de que si recuerdo bien salimos mal en la evaluación, el “Guacamayo” dio mucho de qué hablar entre los amigos y conocidos de la universidad, muchos de ellos amantes de los carros clásicos y antiguos. El regreso fue un poco agotador y más aún después de estar pensando durante todo el día como iba a ser (me rio en este momento de eso), no faltó quien quisiera la cola camino a Los Teques y me pareció bien porque así tendría más gente para empujar el Dart si fuera necesario. Durante la subida por la Panamericana dirección San Antonio de Los Altos el bajante término de soltarse, el ruido fue ensordecedor y la pérdida de potencia casi total, nos ganamos uno que otro insulto por lo lento que en ocasiones tuvimos que andar pero no paso de solo eso, deje a mis amigos un poco lejos del sitio ideal pero fue necesario ya que entre el nerviosismo y el tráfico no me atreví a pararme en plena carretera, finalmente llegue a casa y con mucha alegría y satisfacción de mi primer viaje un poco más largo que los anteriores y a pesar de no haber salido bien en la evaluación, fue un excelente día.

  
Dodge Dart Sport 1978 y amigos.

            Otra salida para recordar fue una para Caricuao, aquí la situación se presento fue de regreso a los Teques, sentía el Dart caliente y forzado, no desplazaba, esto comenzó en la autopista de Caricuao a la altura de la estación de servicio Texaco, a medida fuimos avanzando la cosa se complicaba más, hasta que subiendo la Panamericana luego de pasar el semáforo de La Vega finalmente lo note, la caja estaba trabajando en segunda velocidad a pesar de estar en posición Drive, lo note porque al bajar a segunda no existió cambio alguno y luego al regresar a Drive tampoco, en mi cabeza solo existía dos pensamientos, se dañó la caja y quien sabe hasta dónde llegaría, como pude me orille en una de los sitios de parada de emergencia que tiene la carretera, que por suerte tenia suficientes alcantarillas para entrar y volver a salir. Apremiado por el sitio y la situación note que también el motor estaba recalentado en lo que supongo era el afán de venir acelerando pensando en estar en Drive y en realidad estaba en segunda, intente abrir la tapa del radiador para recargar agua, ¡0h no! lo que sentí era el agua a presión venirse con todo, pude ajustar nuevamente la tapa del radiador y bueno a pesar de tener una trapo igual me di mi buena quemada.
            Lo otro a revisar era ver qué pasaba con la caja ahí me di cuenta, el camino de las gotas de aceite lo decía todo, venia botando aceite de caja desde quien sabe dónde, “El Guacamayo” no tenía varilla para medir el aceite en la caja y entonces siempre la revisión del nivel de aceite era digamos al “ojo por ciento”. Al tener fuga por la estopera de la caja siempre había que estar recargando aceite y la forma de saber cuándo faltaba era notando que los cambios se realizaban tarde (ya se, horrible). Agregue un litro y medio de aceite que tenía, me asome debajo de la caja y no vi botes, respire profundo y nos montamos, encendí el motor y arrancamos, como pude maneje con mi mano quemada, la caja comenzó a realizar los cambios sin problema, y yo acelere bastante para tratar de llegar si más contratiempos. Al revisar la felicidad fue grande, algunos tornillos de la tapa del carter de la caja estaban flojos lo que permitía la fuga de aceite y y no había aparentemente mayor daño.
            La experiencia más grata y digamos que la prueba de fuego para ese Dart fue un viaje de un fin de semana completo a Higuerote y no solo llegamos al pueblo si no exploramos las playas cercanas. De ida lo gracioso fue bajando por la autopista, la palanca de cambios de ese Dart había perdido en algún momento el botón de seguridad y estaba libre, a más o menos lo que creo eran 90 km/h (no servía el velocímetro), el peso de la mano en la palanca bajo la caja hasta 2da, inmediatamente lo que sentimos fue la brusca desaceleración y el estrepitoso ruido del motor y mi pensamiento fue se dañó la caja, al caer en cuenta de lo que paso regrese el cambio a Drive y no pasó nada, pero la verdad es fue unto buen susto. El resto del viaje fue genial, el carro se comportó a la altura incluso con todo lo mal que se veía hasta ofrecieron comprármelo y bueno al regresar mi novia de entonces, me confesó que había llevado dinero extra en efectivo para pagar una posible grúa, y mi papa al regresar contó que estuvo todo el fin de semana esperando alguna llamada de auxilio al celular.

Yo y mi Dodge Dart Sport 1978 en Higuerote (Enero 2005)

            Como les dije al comienzo de esta III Parte este Dart lo perdí en una situación poco agradable de contar y que no contare, pero ya el mal estaba hecho, la semilla Dodge estaba sembrada en mí y lo mejor aún estaba por llegar.

“Cuando todo lo racional falle, lo irracional aunque ilógico parezca, debe ser la respuesta”
           








4 comentarios:

  1. Por cierto. Reafirmo que lo perdió en una situación poco agradable.

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  2. Nota: el Dodge Dart se fabrico en Venezuela hasta el año de 1978, sin embargo algunos poseen documentación con fecha de 1978.

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